El correcto reciclaje comienza mucho antes de elegir el color del contenedor donde depositar los residuos. Empieza en la toma de decisiones responsables con el medio ambiente durante la compra. Todo es parte del proceso, desde llevar tus propias bolsas, hasta comprar al peso en recipientes reutilizables. Para esto, el ecodiseño propone emplear tejidos orgánicos para bolsas reutilizables como algodón, yute y cáñamo.
En el momento de la compra, el consumidor dispone de un abanico de opciones para llenar la cesta. Aunque tal vez sólo precise caminar hasta el final de la calle y entrar en una verdulería para comprar a granel, en vez de adquirir unos champiñones envueltos en tiras infinitas de plástico. Porque la mejor manera de implementar el proceso de reciclaje es no necesitarlo. El movimiento ‘Zero Waste’ o ‘Residuo Cero’ cuenta con multitud de seguidores y fuentes de consulta a la mano de cualquiera que quiera unirse: vídeos, podcasts, libros, cuentas de redes sociales…
Una vez minimizado el riesgo, toca separar aquello que no se ha podido evitar, ni reutilizar. La nueva campaña de la EMTRE recuerda que son los envases ligeros (plásticos y metálicos) los que se destinan al contenedor amarillo. En la imagen de la campaña ‘Pensar antes de tirar’, la mayoría son reconocidos como procedentes de la cocina. Y es que casi todos los envases no orgánicos relacionados con los alimentos deben tener como destino el contenedor amarillo: briks, botellas, latas, tapones, tarrinas, bandejas de aluminio y un largo etcétera.