El propósito de quienes diseñan, por Oyer Corazón y Nando Abril
06 May 2022 /

El propósito de quienes diseñan, por Oyer Corazón y Nando Abril

La conferencia de Oyer Corazón y Nando Abril tenía un propósito: hacernos pensar en el nuestro. La tercera sesión de la jornada celebrada en el espacio de Veles e Vents de València el 28 de abril trajo un hilo de conceptos, conectados unos con otros, para hacer pensar a los asistentes. Pero también para hacerles actuar. 

Con la referencia al libro “Factfulness”, de Hans Rosling, Ola Rosling y Anna Rosling Ronnlund, Oyer y Nando se distancian del mindfulness para pasar a la acción. Pero para poder pasar a los hechos hay que tener muy claro cuál es el fin de estos. Hoy nos parece una locura el casarse por conveniencia, no sucede lo mismo al pensar en el trabajo por conveniencia. “¿Eliges a lo que te quieres dedicar con el corazón?” es la pregunta que lanzan a los asistentes, y enlazan a su vez con otra “¿cuánta vida te está costando tu sueldo?”. Y es que cuando las personas (y las empresas) se plantean su propósito es cuando pueden reformular su vida para estar en lo que les gusta y en lo que se les da bien hacer.

Ambos lo tienen claro, y eso se transmite en su discurso y actos: despedir a clientes es otro concepto que lanzan. Escogen trabajar con clientes buenos (que no perfectos), porque solo así se puede generar un cambio hacia lo que ellos nombran como «activismo empresarial», donde caben: políticas renovadas, trabajar de una manera más cómoda, y con ello realizar un mejor trabajo, y ética, valores, y ganar dinero también, pero no por encima de todo. Una filosofía que además les ha llevado a implantar las paellas estratégicas, donde se terminan de definir esas relaciones que pueden salir bien.

Ikigai es otro concepto que presentan: esto es lo que los japoneses definen como el propósito donde confluyen: qué te gusta, en qué eres bueno, por qué te pagan y qué necesita el mundo de ti. Y este es el punto donde hay que atacar. Y el punto donde entra un nueva idea clave: la sintonía. El espacio que se crea cuando todos los elementos descritos confluyen para perseguir esa aspiración.

Ikigai: qué te gusta, en qué eres bueno, por qué te pagan y qué necesita el mundo de ti.

Se cierra el círculo al hablar de design thinking, que como Oyer y Nando comentan, sigue siendo tan difícil de aclarar como hace años era definir el epígrafe de diseñador (acabando en “Circo y variedades” como sucedió a Alberto Corazón). El diseño de servicios es aquel que plantea la experiencia del usuario, así como que todos los elementos de un servicio estén perfectamente cohesionados y sirvan, cómo no, para un propósito.

Y este es el del diseño: saber, como diseñadores, dónde aportamos valor de verdad y que tenga un sentido real: alineado con personas, con el planeta y con las aspiraciones económicas. 

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