Juguetes que dan mucho juego
18 Nov 2022 /

Juguetes que dan mucho juego

Hace casi 30 años se estrenó Toy Story, una película que impactó profundamente a toda una generación y que supuso un punto de inflexión en la historia del cine de animación. Los estudios Pixar decidieron emprender la aventura, dirigida por John Lasseter, de realizar una película totalmente creada por ordenador que contaba las aventuras de unos juguetes que cobraban vida a espaldas de los seres humanos, una historia que logró cautivar a niños y adultos,

Pues bien, en esta saga, formada por tres películas más además de la estrenada en 1995, se mostraban algunos de los destinos más habituales de la dura vida de los juguetes: cuando llega una nueva adquisición y alguno de los juguetes “de siempre” se ve relegado al fondo de la cesta; cuando el niño crece y ya no juega, ni con el de siempre ni con el nuevo; cuando los juguetes acaban en una incineradora; cuando los juguetes van a parar a una guardería; cuando acaban en un anticuario llenos de polvo y cuando los juguetes pasan a las manos de otro niño que los recibe con alegría y les dará una vida nueva. 

¿Pero qué pasa cuando el juguete debe ser retirado de las habitaciones de esos niños que ya no lo son? Pues las dos opciones que ganan puntos son la de donarlos a otros niños para que puedan disfrutarlos, alargar la vida de esas piezas, y la opción del reciclaje. 

La película, además de hablar de la amistad, muestra cómo los juguetes y la tecnología van cambiando la manera en la que vemos el mundo. En Toy Story, el amor de un niño hacia un juguete y el uso que le da en sus historias propias crea, literalmente, vida. 

¿Pero qué pasa cuando el juguete debe ser retirado de las habitaciones de esos niños que ya no lo son? Pues las dos opciones que ganan puntos son la de donarlos a otros niños para que puedan disfrutarlos, alargar la vida de esas piezas, y la opción del reciclaje. 

Recogida de juguetes en buen estado, como la de “Comparte y recicla”,  una campaña solidaria cuyo objetivo es compartir aquellos con los que más han disfrutado los niños para que sigan dando mucho juego. Los juguetes han de estar en buen estado y conservar todas las piezas necesarias para jugar.

Cruz Roja, por su parte, lanza todos los años campañas de recogida de juguetes usados, en especial durante la Navidad, solo tienes que informarte en su web o en sus sedes para saber más. Por su parte, la ONG Intermón Oxfam da ideas para hacer juguetes con piezas de reciclado. Puedes leerlo aquí: https://blog.oxfamintermon.org/cuatro-propuestas-originales-para-elaborar-juguetes-reciclados/.

En cuanto a la opción del reciclaje, para evitar que los trozos de juguetes rotos aparezcan en cualquier sitio poco apropiado, lo idóneo es llevar al punto limpio los juguetes que ya no queramos y que estén en un estado que no se puedan reutilizar. 

La mayoría de juguetes para niños están fabricados con materiales de plástico, también los juguetes electrónicos. Los plásticos están compuestos por resinas, proteínas y otras sustancias que son fáciles de moldear de manera permanente y, por lo general, se hace a partir de la presión y el calor. Son bastante resistentes al desgaste y, además, ligeros. Por esto es posible reciclar los juguetes de plástico en su mayor parte y contribuir a fomentar una economía circular.

No es lo mismo tratar un cochecito de juguete que una botella de refresco, sobre todo por el proceso de trituración, los tipos de plástico y sus características. Para poder reciclarlos, los juguetes deben llevarse al punto limpio de los Ecoparques.

Pero nunca hay que echarlos al contenedor amarillo, aunque pudiera parecernos la opción correcta. La razón es que los juguetes rotos necesitan un tratamiento bastante específico: no es lo mismo tratar un cochecito de juguete que una botella de refresco, sobre todo por el proceso de trituración, los tipos de plástico y sus características. Además, muchos de ellos suelen llevar otro tipo de piezas, como tornillos, partes metálicas y sistemas electrónicos, que deben tratarse de otra manera. Para poder reciclarlos, los juguetes deben llevarse al punto limpio de los Ecoparques.

Una vez en las plantas de reciclaje, las piezas del juguete se desmontan y se separan los contenidos metálicos de los plásticos. También se separan según los tipos de plástico y el color, para optimizar el uso de colorantes. Se trituran, se lavan en profundidad y se llevan a plantas de fundición.

Después de este proceso, el plástico de lo que antes fueron juguetes puede utilizarse para fabricar textiles, tuberías, mobiliario urbano, bolsas de plástico o nuevos juguetes hechos con material reciclado.

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