“Quiero poner en vilo al espectador. Debemos ser conscientes de la manipulación a la que estamos sometidos, puesto que cualquier mensaje es susceptible de ser adulterado. Y es que los medios digitales multiplican los peligros por miles”, alerta Gimeno. “Fake news, bulos… son una poderosísima amenaza a nuestra libertad. La manipulación de la verdad nos conduce irremediablemente a un callejón sin salida. Hay que estar alerta y formarse: si no, cuando adviertes el peligro, el mal ya está hecho”.
Según Gimeno, la formación y el criterio, los únicos antídotos contra la verdad distorsionada, también deben tener en cuenta áreas como el diseño. “Uno de los principales legados de València Capital Mundial del Diseño será su contribución a la divulgación en torno al diseño. Es fundamental acercar el buen diseño a las empresas y a la sociedad. Solo cuando conoces algo bueno, puedes echarlo menos y no acostumbrarte a un nivel inferior.”
El propio formato en el que se aborda la exposición, así como las abrumadoras proporciones elegidas —un tríptico llega a los 10 metros—, ponen de manifiesto que la posverdad actúa desde el poder: “desde arriba, por parte de quien tiene la información y la distribuye. La instalación transmite el peso estratégico de esa posición de superioridad y poder. El discurso de la obra se impone, así, a la mirada del observador.”