Con la conjunción de las dos disciplinas, arteterapia y diseño, se consigue que los usuarios y usuarias de los talleres no solo conecten con su creatividad de un modo liberador gracias a las técnicas psicológicas y artísticas de los terapeutas, sino que, con el acompañamiento del diseñador, aprenden los procedimientos y las herramientas propias de esta disciplina para convertir su creatividad en un producto final, un objeto palpable y consumible que sea, a su vez, una buena solución para un problema, en definitiva, un objeto de valor por sí mismo.
En este sentido se han llevado a cabo proyectos que van desde el diseño y la creación de objetos para el hogar, el reciclaje textil y complementos hasta la puesta en marcha de trabajos más especializados en emprendedurismo como el diseño de una imagen de marca.
La buena acogida ha incrementado la motivación de los organizadores para realizar nuevos talleres con personas con problemas de salud mental y también en colaboración con centros de menores.