Reciclaje de madera: la producción sostenible
21 Dic 2022 /

Reciclaje de madera: la producción sostenible

Los tiempos van cambiando poco a poco. Cuando antes, no hace tanto, ni nos planteábamos saber de dónde provenía lo que comprábamos, qué materiales se utilizaban para hacerlo, qué pasaba después de su vida útil … ahora, como mínimo, nos hacemos esas preguntas respecto a los productos que consumimos. Ya sea comida, ropa o mobiliario.

Esa conciencia ecológica de tener en cuenta ciertos detalles al consumir debería ser suficientes para que la propia industria se planteara su propio sistema de producción.

No es cuestión de sermonear, es cuestión de ser, todos, responsables, vendedores y consumidores. Pero como dice Marta Riezu en “La moda justa”, “todo el mundo huye de los ecoapóstoles”, así que es preferible que la alternativa sea que el usuario pueda elegir a través de la belleza y la honestidad entre empresas que sí se preocupan por responder, sin sonrojarse, a esas preguntas que decíamos al principio.

 

El reciclaje de madera es un proceso muy sencillo e importante a la vez: sencillo porque no hay que emplear ningún tipo de materiales químicos; importante porque al reciclar este material, se consigue que la demanda disminuya. Además, es un proceso muy económico y sostenible con el medio ambiente.

El uso de la madera en la fabricación de mobiliario no iba a ser una excepción, por eso vamos a fijarnos en aquellas iniciativas que son respetuosas, aunque sean una minoría.

Capdell es una de las empresas valencianas cuya tradición está ligada históricamente a la ebanistería, protagonista de sus colecciones. La madera que emplean para dar vida a sus muebles procede siempre de bosques de tala controlada, donde se planta un árbol por cada uno que se corta. Asimismo, emplean tintes y colas al agua y la casi la totalidad de los materiales que utilizan son reciclables. Optimizan el descarte de la madera al máximo y los eventuales desperdicios que puedan derivarse de la fabricación se reutilizan para generar energía que alimenta al propio sistema de producción y a la calefacción.

La empresa valenciana Andreu World, por su parte, fue la primera del mundo en tener una oferta completa con certificación FSC®. Solo utilizan madera sostenible obtenida de bosques reforestados y la cuidan durante toda la cadena de custodia: empezando por la tala controlada, luego la llegada de los troncos al aserradero y, finalmente, los tablones que se envían a las fábricas para transformarlos en componentes. Desde el árbol hasta el producto final.

Presumen de haber industrializado la artesanía sin perder la esencia. Han pasado de la monotecnología de la madera a una politecnología sin perder sus valores originales. Comprometidos con lograr el 100% de los materiales y procesos en la economía circular para el 2025, lo consideran como algo ineludible frente a los principales problemas globales (el agotamiento de los recursos naturales, la contaminación y el cambio climático). El objetivo es el de Residuo Cero bajo la consigna de las tres R: reducir, reciclar y reutilizar.

Point, con sede en Jalón (Alicante), es otra de las grandes empresas que basa su diseño en la gestión sostenible de recursos, lo que les permite ser respetuosos con el medio ambiente. Toda su madera de teca procede de bosques sostenibles de tala controlada, emplean tejidos muy duraderos que no perjudican la salud de las personas ni el medio ambiente, su sede está equipada con placas solares que generan cuatro veces más energía de la que necesitan y reciclan el 100% de los cartones, plásticos y espumas que utilizan.

El reciclaje de madera es un proceso muy sencillo e importante a la vez: sencillo porque no hay que emplear ningún tipo de materiales químicos; importante porque al reciclar este material, se consigue que la demanda disminuya. Además, es un proceso muy económico y sostenible con el medio ambiente.

Para quien se pregunte dónde tirar la madera usada para poder reciclarla, la respuesta es fácil: si se trata de cajas de frutas o madera pequeña, irá al contenedor amarillo. Si hablamos de objetos de madera más grandes, como por ejemplo cualquier tipo de mobiliario, habrá que depositarlos en un punto limpio.

Fotografías: Andreu World, Point y Capdell.

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