¿Te interesa tu futuro en el diseño? Ven al World Design Policy Conference

¿Te interesa tu futuro en el diseño? Ven al World Design Policy Conference

El diseño es un concepto complejo que se manifiesta en múltiples actividades y profesiones, algunas de las cuales incluyen la palabra diseño en su nombre, pero no todas, como es el caso de la arquitectura o el urbanismo. Hace ya 30 años que Richard Buchanan publicó su citadísimo artículo Wicked Problems in Design Thinking, en el que proponía considerar cuatro grandes áreas de actuación del diseño:

  1. Comunicación simbólica y visual
  2. Objetos materiales
  3. Actividades y servicios organizados
  4. Sistemas complejos o entornos para la vida, el trabajo, el juego o el aprendizaje.

Buchanan pretendía dejar constancia de cómo el diseño estaba siendo utilizado para explorar ámbitos cada vez más amplios e inmateriales, aunque ya en 1969 Herbert Simon, en su The Sciences of the Artificial había anticipado que «cualquiera que concibe lineas de acción encaminadas a cambiar las situaciones existentes por otras preferidas, está diseñando». La popularidad actual del término design thinking, aunque banalizado y descontextualizado, ha contribuido a aceptar que el diseño, como proceso intelectual, puede ayudarnos a afrontar situaciones complicadas que en principio no estaban en el foco de las profesiones tradicionales del diseño.

Cuando se incluye a personas con experiencia profesional de diseño en cualquier equipo, y se emplean procesos y métodos propios del diseño, los resultados permiten superar obstáculos aparentemente insalvables.

Es importante preguntarse, por tanto, si las escuelas actuales de diseño están preparando a su alumnado para semejante reto de futuro. Cabe incluso cuestionarse si es necesario hacer algún cambio, dado que lo valioso del pensamiento de diseño es precisamente la forma en la que sus profesionales, espontáneamente, han estado abordando cualquier reto, desde mucho antes de que se planteara este debate, en los más variados campos de actuación. Lo que está demostrado es que cuando se incluye a personas con experiencia profesional de diseño en cualquier equipo, y se emplean procesos y métodos propios del diseño, los resultados permiten superar obstáculos aparentemente insalvables. Esto es muy útil en el ámbito empresarial, pero puede ser determinante si se aplica a la política y a los grandes retos de nuestra sociedad.

¿Significa eso que las políticas de diseño son una salida laboral para las carreras de diseño o una posible evolución en el perfil de los y las profesionales con experiencia? Mi opinión es que sí, y de forma muy amplia. Por un lado, lo que se conoce como policy makers (aquellas personas que generan políticas, es decir, cargos electos, funcionarios y departamentos técnicos) cuentan cada vez más con profesionales del diseño para la busca de soluciones, bien solicitando asesoramiento consultivo o formando parte de equipos. Un ejemplo próximo es el recientemente creado Consell Local del Disseny de la ciutat de València. El término «diseño de políticas» viene utilizándose al menos desde los años 80 del pasado siglo, aunque no se identifica con un perfil profesional concreto. En los últimos años han empezado a proliferar en todo el mundo los llamados policy labs (laboratorios de políticas), equipos multidisciplinares para apoyar a quienes toman las decisiones proporcionando soluciones innovadoras basadas en investigación empírica y utilizando métodos y procesos propios del diseño.

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Por otro lado, desde la profesión del diseño han surgido diversos campos de acción que inciden de lleno en el ámbito de la política. El llamado diseño social busca ocuparse del desarrollo de productos, servicios y metodologías para resolver problemas sociales. El diseño de futuros es un término aún no bien definido que incorpora técnicas de prospectiva con el fin de anticipar futuras necesidades. El diseño de transiciones es un área de investigación, práctica y estudio del diseño  concebida por la Escuela de Diseño de la Universidad Carnegie Mellon en  2012, que propone utilizar el diseño para abordar los grandes cambios a los que se enfrenta nuestra sociedad. Son sólo algunos ejemplos de la inquietud que desde el diseño existe por participar activamente en la elaboración de políticas.

La prueba de esta inquietud desde la misma educación en diseño la tenemos en una iniciativa puesta en marcha por tres alumnos de la Escola Lateral de València, Nacho Pérez Rubio, José Alonso Català y Diego March Ávila, llamada «A tientas» . En ella se hace una reflexión crítica sobre la práctica del diseño actual, con un especial énfasis en los nuevos ámbitos de actuación de la disciplina: futuros, transiciones, sociedad, política. Se trata de un debate necesario y a la vez inevitable, porque la profesión se está transformando a gran velocidad y el papel de los diseñadores y las diseñadoras en los cambios que se avecinan puede ser fundamental.

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El congreso internacional Design Policy Conference, que se celebrará los días 3 y 4 de noviembre en el Palacio de Congresos de Valencia, es una oportunidad para debatir sobre estos grandes temas. Uno de los paneles estará dedicado especialmente a abordar cómo debe plantearse la formación en diseño cara al futuro, y cómo pueden prepararse los y las profesionales del diseño para las expectativas que estamos generando en torno a la disciplina. Ninguna persona implicada en la práctica actual o futura del diseño puede sentirse excluida de una conversación que tendrá un impacto indiscutible en nuestras vidas.

– Kike Correcher

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