El acto avanzó con el público atento a las palabras de cada profesional. La siguiente en intervenir fue Cuchita Lluch García, gran embajadora de la gastronomía valenciana y miembro de la Real Academia de Gastronomía, que apuntó que «la gastronomía valenciana y madrileña son muy diferentes pero se complementan. Vienen de culturas diferentes y eso se nota en la calle. El diseño, sin embargo, se abre paso por ambas ciudades».
Más allá de lo puramente estético, la diseñadora especializada en espacios gastronómicos Carmen Baselga comentó con mucho acierto que «hay tres variables que lo marcan todo en un restaurante: la luz, la temperatura y el sonido.Un diseñador debe pensar en todo ello para generar una experiencia única que esté ligada al estilo del chef».
La chef Begoña Rodrigo apuntó que «los espacios para la gastronomía tienen su esencia y hay que recuperarlos y valorarlos, y en esa labor el diseño es de gran importancia», poniendo en valor la creación de un espacio acorde a la experiencia.
Por su parte, el jefe de cocina de El Poblet, Luis Valls, considera que «el diseño y la gastronomía han de apostar por la calidad para brillar. Y cobrarlo para que la gente lo valore»