LZF conserva el espíritu con el que nació en 1994. Desde su modesto comienzo, aquel pequeño taller ha ido creciendo y actualmente, no ya tan pequeño, se aloja en una antigua bodega vinícola rehabilitada en Chiva (Valencia).
Cuentan con una tupida y extensa red de diseñadores externos, tejida a lo largo de los años, y con un equipo multidisciplinar de artistas formado tanto por valores consagrados como por jóvenes promesas del panorama nacional e internacional.
En este sentido, LZF actúa como catalizador para el desarrollo de nuevas generaciones de diseñadores, creando oportunidades para aquellos que están empezando, apostando por las buenas ideas y recuperando el saber hacer de los maestros artesanos que corre un inminente peligro de extinción.
Fotografías: LZF. María Mira.