Fernando Moreno Barberá (1913-1998), de madre valenciana, cursó los estudios convencionales de Arquitectura en Madrid e, inmediatamente después de haber obtenido el título, en 1940, comenzó su formación en Alemania, donde vivió un ambiente muy avanzado en materia arquitectónica, amplió sus conocimientos de urbanismo en la Technische Hochschule Charlottenburg de Berlín y, al año siguiente, en la Technische Hochschule de Stuttgart, bajo la tutela del profesor Paul Schmitthenner, de quien aprendió la importancia de la técnica y los materiales.
Todas las obras valencianas de Moreno Barberá, quien tenía una actitud claramente cosmopolita, muestran una manera de entender lo moderno basada en la articulación, en el conocimiento de las ideas corbuserianas y en una aproximación al proyecto compleja y personal, que el arquitecto ya había acometido, por ejemplo, en el Centro de Investigaciones Calvo Sotelo en Madrid (1945). El conjunto arquitectónico valenciano va más allá de la importancia de cada uno de sus edificios para formar parte de una idea constructiva de lo que sería la larga avenida.
En la Universidad Laboral de Cheste (1965-1970), primero concebida al estilo de la Ville Radieuse, de Le Corbusier, y luego realizada con ciertos criterios organicistas, Moreno Barberá introdujo, además, un componente del neo-brutalismo, con grandes volúmenes de hormigón visto como el que ya había utilizado en la Escuela Técnica de Ingenieros Agrónomos de Córdoba (1964-1968), todo ello sin olvidar la importancia del espacio exterior. Al mismo tiempo, siguió cultivando su preocupación por los materiales y técnicas constructivas de la modernidad, pero atendiendo especialmente a la topografía, al clima, a la orientación, a la vegetación del entorno.