“Encontramos un local, una nave industrial de más de 400 m2, que entre otras cosas nos proporcionó nombre para el grupo y, tras el verano de 1984, ya estábamos allí. La idea fue disolver los grupos anteriores y funcionar individualmente con el objetivo de crear equipos de trabajo flexibles, capaces de adecuarse a la complejidad y temática de cada proyecto. Nos dotamos de una personalidad jurídica nueva entonces, que fue una comunidad de bienes, y encontramos una secretaria, Luz Martí, para que pusiera algo de orden en el galimatías de facturas, recibos, proveedores, clientes… Y que fuera capaz de hacerlo, además, para 11 jefes distintos sin perder el norte. Como así fue”, explicaba Lavernia.
Previo al surgimiento de La Nave, los años 70 fueron un ensayo creativo de lo que vendría, con la llegada de una nueva generación cuyos integrantes, entre los que estuvieron algunos de los que luego formarían La Nave, se comportaron como auténticos profesionales del diseño. En 1972 nacía Caps i Mans, con Eduardo Albors, José Juan Belda, Carlos Albert y Jorge Luna; en el 74, Nuc, con Lola Castelló, Vicent Martínez, Daniel Nebot y Luis Adelantado. Xavier Bordils fue también un personaje clave en esta segunda mitad de los 70, colaboró muy activamente con el recién creado Departamento de Diseño Industrial del IPI, Instituto de Promoción Industrial de la Cámara de Comercio de Valencia, que organizó las “Jornadas de Diseño Industrial”, montó cursos y talleres y creó la publicación “Diseño Comunicación”, de 1977 a 1983, en la que se hablaba, por fin, de diseño.