World Design Spotlight: «La señalización de la A-7»
07 Jun 2022 /

World Design Spotlight: «La señalización de la A-7»

Lo que podría haber sido un trabajo bastante gris y funcional, los diseñadores Paco Bascuñán, Nacho Lavernia y Dani Nebot lo convirtieron en un reclamo turístico atractivo y lleno de color. Hablamos de las 28 indicaciones que “plantaron” a lo largo de la autopista del Mediterráneo y que revolucionaron la señalética oficial para dar cabida al diseño más rompedor, tan propio de los años 80 y tan propio del colectivo La Nave, al que los tres pertenecían. 

«Todo surgió tras un viaje por el sur de Francia que hicieron algunos altos cargos de la Consellería de Industria, Comercio y Turismo», empieza explicando el diseñador Dani Nebot. 

«Aquella comitiva oficial vio que los chateux (castillos) franceses estaban señalizados con imágenes en las carreteras y que eso era muy útil para saber qué te ibas a encontrar cuando llegarás siguiendo el reclamo de la indicación. Cuando la Generalitat nos hizo la propuesta para llevar a cabo algo similar, nosotros encargamos al fotógrafo Paco Alberola que recorriera la autopista por toda la Comunidad Valenciana, desde el Sénia al Segura, e hiciera fotos de todos los castillos que encontrara dispersos en esa ruta. Fue un error total porque los castillos bien conservados y accesibles eran tres en todo el recorrido (risas). Poco reclamo turístico se podía hacer con aquello. Había que darle la vuelta a la idea».

La Nave estaba abierta 24 horas al día, siempre había alguien trabajando allí y el trasiego nocturno era frecuente.

La Nave estaba abierta 24 horas al día, siempre había alguien trabajando allí y el trasiego nocturno era frecuente, así que la noche antes de tener que presentar el trabajo, Bascuñán, Nebot y Lavernia pusieron toda su inventiva en acción y, bajo presión, que a veces es un buen reactivo, se pusieron a buscar, analógicamente, información sobre los sitios que pensaban destacar en los carteles.

Viendo la información peculiar de cada territorio, la dinámica fue la siguiente: Lavernia rastreaba los pueblos en la enciclopedia; Nebot garabateaba un dibujo, a grandes trazos, alusivo a cada lugar; y Bascuñán remataba dibujando bien ese primer garabato. Después, con la ayuda de Belén Payá, que también participó en las horas previas a la entrega, se dedicaron a pegar papeles de colores, a modo de collage, sobre ese primer diseño para darle color. Esa noche hicieron cinco o seis. El primero fue el de Benidorm.

Nosotros en La Nave teníamos cosas que decir pero al otro lado había gente receptiva, con mucho nivel.

A La Nave de la calle San Vicente llegaron los responsables autonómicos, al día siguiente de la noche en vela, y se encontraron los collages expuestos en unas estanterías de cristal con luz. «Cuando enseñamos la propuesta a los clientes, les encantó la idea. La comprendieron enseguida», cuenta Nebot.

«Siempre lo digo, nosotros en La Nave teníamos cosas que decir pero al otro lado había gente receptiva, con mucho nivel. Y eso es importante, si no, ya puedes hacer una maravilla que si al otro lado no hay nadie …». 

Muchos tópicos pero todos muy efectivos para unas ilustraciones que, casi cuarenta años después, siguen cumpliendo su función sin perder ni un ápice de modernidad.

Originariamente, esa autopista fue denominada A-17, como continuación de la Autorute francesa A9, ya que formaba parte del primer tramo que se construyó de lo que hoy se conoce como AP-7. En 1986 se renombra como autopista A-7. La estrategia de la Administración valenciana era aprovechar que la autopista cambiaba de nombre para introducir esos reclamos turísticos en las salidas de los tramos pertenecientes a la Comunitat. 

Benidorm fue el primer cartel que se diseñó y aquel dibujo contenía todo lo que la ciudad simbolizaba contado con un lenguaje gráfico, sintético y que comunicaba rápidamente a los visitantes qué podían encontrar. 

Sol, playa, el teatro romano de Sagunto, el castillo de Peñíscola, los langostinos de Vinaroz, la cúpula de Altea… muchos tópicos pero todos muy efectivos para unas ilustraciones que, casi cuarenta años después, siguen cumpliendo su función sin perder ni un ápice de modernidad. 

 

Fotografía: Estudio de Dani Nebot. 

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