La Siesta es una reinterpretación contemporánea de un objeto tradicional, una fusión entre la forma de una botella de plástico y la de un botijo. Un objeto icónico con el que beber y servir el agua de una forma diferente. Se trata de un producto que es algo más que una pieza decorativa. «Es muy social e interactivo, ya que se puede compartir de un modo que homenajea, además, hábitos tradicionales», explican sus creadores.
«El reto al diseñarlo era ser fiel a la idea de fusión, haciéndolo equilibradamente para que se entendiese de forma natural y sencilla. Que el objeto hablase por sí mismo pero sin chillar. Intentamos hacer la menor intervención posible al darle forma, fijándonos en las características icónicas de los dos objetos y extrapolándolas al nuevo. En cierta manera se trataba de intervenir lo menos posible una vez la idea surgió, la forma fue casi fue instantánea», apunta Serrano.
El resultado es una pieza icónica que ya se encuentra en libros de historia de diseño y que ha estado presente en numerosas exposiciones, «pero lo más importante es que desde la diseñamos se sigue vendiendo 22 años después y sigue tan vigente como cuando nació».
«Es una muestra de cómo, al viajar, no solo aprendes cosas nuevas del nuevo destino sino también de dónde vienes y cómo tu percepción de lo común cambia y eres capaz de interpretarlo de una forma diferente. Está claro que si no hubiéramos ido a estudiar a Londres la Siesta nunca hubiera existido», concluye.