La silla «Mosca»
Durante los años 80 y 90, Belda se especializó en el diseño de mobiliario y de interiores, también en el diseño de espacios expositivos. En muebles, destacan, por ejemplo, el sillón Gong y las sillas Mosca y Cebra, la librería Columnas de Trajano y el sillón Japan, así como su participación en el pabellón de la Comunitat Valenciana de la Expo 92.
En cuanto al diseño de espacios, sobresalen sus trabajos realizados en las tiendas La Luna o Agua de Limón, en València, y en las exposiciones de los premios IMPIVA de 1985 y 1986, de Mariscal en 1988, y sobre diseñadores valencianos en el IVAM (1994). José Juan Belda fue, también, profesor de interiorismo y proyectos en la Escuela Superior de Diseño Industrial del CEU, actual Universidad Cardenal Herrera CEU, entre 1992 y 2000.
Con una obra encaminada a romper con las reglas más convencionales del diseño, con su silla Mosca despistó al funcionalismo bauhausiano inclinándose por explorar otras formas en un mobiliario que despertara emociones.
Su silla es divertida como lo eran las sillas del grupo Memphis, con un aire naïf que la colocaba entre un asiento y una escultura, al estilo de la famosa silla First (1983), pieza aclamada de la corriente italiana cuyo nombre fue inspirado por una canción de Bob Dylan («Tuck inside of mobile with the Memphis blues again»).
En sus cincuenta años de carrera profesional, Belda estuvo muy marcado por aquel estilo Memphis, cuyo máximo exponente fue Ettore Sottsass, y lo consiguió enlazar con el diseño español de la década de los 80 y 90 a través de sus atractivas creaciones que buscaban, sobre todo, provocar las sensaciones en el espectador.