World Design Spotlight: MuVIM
23 May 2022 /

World Design Spotlight: MuVIM

El Museo de la Ilustración y la Modernidad, más conocido como MuVIM, se ubica en un gran solar en el centro de Valencia donde en su día estuvo el Hospital de los Inocentes, el primer centro psiquiátrico, como tal, de la Historia. También fue el lugar del Hospital General y de la Facultad de Medicina. Con el aumento de la población de la ciudad, hacia 1900, esas infraestructuras sanitarias se quedaron pequeñas y se fueron trasladando a otros sitios de la urbe.

De toda aquella construcción solo queda en pie parte de lo que fue el edificio de enfermería del hospital que es, en la actualidad, una biblioteca pública muy concurrida. También se conservan restos arqueológicos que se han mantenido, a modo testimonial, dispersos en los jardines.

Los derribos de los demás edificios, con más de 600 años de historia, se hicieron con fines especulativos para levantar torres de viviendas pero la respuesta de algunas instituciones culturales oponiéndose consiguió parar ese planeamiento urbanístico.

En ese lugar cargado con tanta historia se decidió, en 1998, empezar a edificar el MuVIM, que quedaría terminado en 2001. Un museo construido, en una parcela con una geometría angulosa y difícil, por el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra (Sevilla, 1945) y que supone una de las arquitecturas más impactantes de la ciudad.

Vázquez Consuegra, con un prestigio fuera de duda, fue distinguido con la Medalla de Oro de la Arquitectura Española, el más alto galardón de esta profesión en España, que concede el propio gremio cada dos años.

Profesor honorario y director del taller internacional de arquitectura Cátedra Blanca, Vázquez Consuegra ha sido profesor invitado en las Universidades de Buenos Aires, Lausanne, Navarra, Syracuse Nueva York, Bologna y Visiting Scholar de la Getty Center en Los Angeles.

Ha participado en múltiples exposiciones, entre las que destaca la Bienal de Venecia de 1980 y de 2004; la Trienal de Milán de 1988; el Centro Georges Pompidou de París, en 1990; The Art Institute of Chicago, 1992 y The Museum of Modern Art New York en 2006.

Su creación valenciana, el MuVIM, tiene una apariencia austera, en un hormigón brutalista, con sus 75 metros de longitud, y ha sido muy alabado por su moderna arquitectura.

Consta de tres grandes áreas: los espacios expositivos destinados a la muestra permanente La Aventura del Pensamiento; la parte de exposiciones temporales y el salón de actos; y la zona interna, donde se sitúan la biblioteca, el centro de estudios y el departamento de administración.

Las tres zonas confluyen en el espacio más representativo y de mayor capacidad del museo: el vestíbulo, al cual se accede desde la fachada principal y desde la lateral. Es un museo a cota cero y la accesibilidad está presente en todas sus instalaciones desde su concepción.

En ese vestíbulo se puede ver una de las atracciones más importantes del museo, una maqueta gigante que reproduce el plano que el Padre Tosca, Tomás Vicente Tosca, uno de los científicos más importantes de la preilustración española, elaboró en 1704 y que muestra cómo era la capital valenciana en el siglo XVIII, el Siglo de la Razón. El plano del padre Tosca fue considerado, durante años, el primero de la ciudad hasta que se descubrió el de Antonio Mancelli, realizado 100 años antes.

Todos los edificios de la maqueta que expone el MuVIM, incluyendo 450 manzanas de casas, están talladas y pintadas a mano por maestros artesanos.

La maqueta está construida a escala 1:500 y ocupa una extensión de 24 metros cuadrados. Además, incorpora también cuatro pantallas de ordenador y fibra óptica para la iluminación de los edificios más destacados de la ciudad.

El jardín que rodea al museo tiene 1,7 hectáreas de superficie, supone uno de los espacios verdes más importantes en el centro de la ciudad y responde al proyecto que el propio arquitecto diseñó junto al edificio.

El museo, que carece de colección propia, está concebido como un museo de ideas, consagrado a preservar y divulgar los valores que han hecho posible el mundo moderno.

Su exposición permanente es una arriesgada apuesta museográfica y comunicativa, una experiencia no sólo intelectual, sino también sensorial y emocional. El MuVIM es un museo diferente.

Fotografía: MuVIM y Turismo Valencia.

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